Que te llames, como te llames,
a mi no me importa,
me tiene sin cuidao,
yo se que tu corazón
bien sabido e conquistao.
Que tus cabellos de sol,
que tus ojos de azabache,
an dao por tierra con mi ego,
y tu boca de carmín
que me quema como fuego.
Yo atrevido e insolente,
solo quiero al pendiente,
la rosa ardiente,
que habita en tu pecho.
L.M