Suspiro…frágil y débil suspiro,
que esconde tras de sí todo aquello que siento;
anhelos de un amor fugitivo que escapó de mi,
tras embrujar mi corazón con sus sueños.
Suspiro que habita en el fondo de mi pasión,
y desvela de mi alma, los ocultos secretos;
que susurra en la oscuridad de la noche el nombre
de aquel que me condenó a amar en silencio.
Sonrisa… dulce y cálida sonrisa,
que esconde tras de sí todo aquello que espero;
anhelos de fundirme en los labios que quise besar,
tras hechizar mi alma con la dulce miel del deseo.
Sonrisa que zozobra en el incierto mar de la ilusión,
y desvela de mis noches, los prohibidos sueños;
que pronuncia bajo el cielo estrellado el nombre
de aquel que me condenó a vivir sin su fuego.
Latido…intenso y profundo latido,
que estallará en mi corazón si le encuentro
y apresurará el despertar del sentir en mi interior,
encendiendo en mí piel cada llama del eterno deseo.
Latido que desatará cada nota que emerja del corazón,
y que provocará la erupción del volcán en mi pecho;
que bombeará, sin cesar, cada letra del nombre
de aquel que me condenó a aguardar su regreso.
Vendaval que envolverá de nuevo mi ilusión,
huracán que desbordará cada uno de mis sentidos,
hoguera que incendiará cada poro de de mi piel,
marea de sentimientos y de sueños prohibidos.
Encuentro de dos almas que sucumbirán a su pasion,
que desatará el fuego del amor en el universo;
galaxias lejanas que se abrazarán y se amarán al final,
en la frontera donde se hacen realidad los sueños.
Adoración Medina
25/05/13
--------------------------------
Este poema de Adoración Medina Albós se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España.