El amor no sabe de edades,
sabe de oportunidades.
El amor no es esclavo del tiempo,
espera su momento.
El amor está en tu corazón,
no pasó,
solo espera una buena ocasión.
Y si acaso tarda
y sientes que tu ilusión se cansa,
refúgiate en Dios
y conocerás
los más bellos matices del amor.
Porque su grandeza está
en darnos siempre la mejor opción,
solo que a veces erramos en la decisión,
es entonces cuando Dios,
con su inagotable bondad,
nos da otra oportunidad.