Si un día te encontraras con las manos vacías
temblando de frío y en tu silencio...
buscaras con esfuerzo mi huella en tu vida
y en el pasar del tiempo ya no la distingas
quizá sea que se esté diluyendo en el olvido.
Pero bastará una pizca del recuerdo
de aquellas sábanas blancas aromadas de encuentro
del perfume de nuestros besos
de los momentos intensos que compartimos tu y yo
para salvar de la muerte mi recuerdo
derrotando al olvido y entonces amor mío
volverás a sentirte vivo
y te abrigarás con su calor.
Será un fuego que abrazará cualquier invierno
con la certeza de saberte nunca más solo
que me encuentro ahí... contigo, como esa invisible compañía
sin juicios desesperados
sólo alumbrando tus noches
aderezando tu vida, como un recuerdo dormido.
Si un día te sorprendes tarareando viejas canciones
vacías de soledad y de olvido
es por mí, que en silencio espero a que escuches
en el viento, como amorosa mi voz... te nombra
y te envuelve en sus caricias
dispuestas como siempre... a continuar amando.
Bastará entonces para que al fin comprendas
que habito en tu piel
y me sabrás presente en todos tus silencios
en cada eco del recuerdo
en la verdad de no haber partido
y que jamás he de hacerlo.
Quizá... y sólo digo quizá entonces
saciarás con ello
con esa certeza, esa antigua sed de mi cuerpo
para abrirte con la mente a compartir el mismo cielo
en lugares dispersos
y volveremos a ser uno solo, como lo fuimos antes.
Derrotando al olvido
coincidiendo en el tiempo, en distintos caminos
sin negarnos los dos
a cumplir un sólo destino
seguir...
seguir amando.
©Tizzia Holwin 2013
Derechos Reservados
1211100718446