Estoy triste, estoy muy triste, cariño...
Aunque... no. No lo estoy, no estoy nada, estoy no-estar dentro de la existencia de la existencia.
(El cielo huele a lluvia triste y a triste tierra húmeda, pero mis manos huelen a muerte y cenizas)
Es porque la arena
y la orilla del mar
y la orilla del cielo
tienen limitaciones en las limitaciones de las ilimitaciones
-o tal vez es que mis alas están cortadas...-.
No puedo llegar a ninguna parte.
No llego a mis sueños
-estúpidas ambiciones, estúpida mente inconformista-,
no llego a hacer feliz a las personas que quiero ahora,
no llego a entender muchos cosas, cosas como felicidad o amor o vida....
Y no llego a ti, cariño
(sé que es extraño que te escriba una carta si aún no nos conocemos,
pero presiento que tampoco llego a ese momento,
vamos, tú eres la persona que mejor podrá entenderme ahora).
Dime, ¿por qué me hicieron creer capaz de llegar hasta dónde quisiera?
¿Por qué creyeron en mí, cuando soy una niña pequeña que no sabe ir sin la mano de nadie?
Me iré arrastrando los pies por las limitaciones de la arena, cariño.
Los grandes sueños son para las personas con talento.