Amémonos con simpleza.
entre risas y sin enfados,
apoyados con franqueza
en libertad y sin candados.
Amémonos todos los días,
en sueños despiertos e ilusionados
enfrentándonos sin cobardías,
ardorosos, apasionados.
Amémonos sin tapujos ni recato,
con asombro, desprevenidos,
en las reglas con desacato,
impetuosos, contrasentidos.
Amémonos en largas esperas,
fortalecidos en la distancia,
aún con nuestras banderas,
humildes, sin arrogancia.
Amémonos en las tristezas,
y en los silencios, respetuosos...
despojados de bajezas,
persistentes, amorosos.
Amémonos aún con nuestros miedos,
aún desfallecidos, aún sin los anhelos,
aún sinténdonos derrotados,
y mucho más, en los consuelos.
Con valor, tenacidad, fe y cordura,
emulando la fuerza de los mares,
amémonos sin complejos ni censuras;
sobretodo, simplemente, sin pesares.
Amémonos con la más dulce ternura,
leales, solidarios, comedidos.
en la sensatez y en la locura,
lujuriosos, con deseos encendidos.
La vida simple será el más bello escenario
para vivir este gran amor de espectáculo
en un mundo real, ilusorio o imaginario
desafiantes a todos los obstáculos.
Si este amor se aviene a los deseos
y satisface sueños y expectativas
sellemos aquí con el más tierno de los besos
el pacto de ser, ambos, felices el resto de la Vida…