El dulce vino de su boca
Ella fue como la brisa que elevó mis sueños
hasta el más allá.
pero como el viento no regresará jamás.
Ella sigue habitando en mí,
desde el otro lado
del tiempo que se acabó.
Entre burbujas de recuerdos elevo mis besos
para que ellos arriben hasta donde
mis eternos anhelos no pueden anclar.
Busco el canto del pájaro en la mañana
para sus dulces trinos secuestrar
y así poder comenzar mis evocaciones
matutinas de nunca acabar.
Aún me queda en la boca
el dulce sabor de su embriagante licor,
que mis aspirantes labios no volverán
de nuevo a catar.
pero de mis enamorados recuerdos,
no emigrará jamás.
Una hermosa mujer estampó su huella
en mi floreado huerto con amor
y con mis cautivadas flores partió
hacia el más allá.
Por ella levanto el cáliz sagrado de la pasión
y brindo por su estrella,
aunque su dulce vino a mi copa no torne jamás.