Pensando sin saber que decir ni que escribir,
confundido por el silencio de mi soledad.
silencio que es interrumpido,por el ronquido del vecino de la izquierda de mi casa.
y por el quejido exitante de la vecina del otro estremo...
me pregunto,cuan feliz es mi vecindad? sin saber que pasara...
En la espalda de mi guitarra tallo tu nombre pensando en ti.
olvidandome de los sonidos terrestres trasladandome a ese mundo,
donde solo por las noches llegas a mi en mis sueños
como si fueras realidad.
El amanecer devuelve mi soledad,aquella que viene acompañada
del recuerdo del que no volveras jamás.
Edgar parrales