Tienes ternura y calidez de Abril,
obra del Señor, su amor y poder,
dejan tus jardines al florecer,
odas que el viento canta muy sutil.
Mirándole más fuerte que el marfil,
a sus años quiero honrar al traer,
mis versos de amor al más bello ser,
a mi madre -la única entre cien mil.
Mayo ha visto florecer una rosa,
aquella rosa de la cual subrayo,
su existencia y valor entre otras cosas.
Que como nacen en el sol los rayos,
una luz nació mostrándose airosa;
entre el azul de los cielos de Mayo.