Mi alma ya no está vacía,
tiene dentro un inmenso sentir,
el sentir del amor.
Mi alma, la que tantas veces ha llorado,
en silencio, sin poder exponer ante el mundo,
mi auténtico sentir.
Siempre ha sido sincera,
siempre ha expresado lo que ha sentido.
Nunca mintió. Siempre dijo la verdad.
Pero a veces, muchas, estuvo triste,
ausente, tal vez, de sentimientos.
Aunque confirmaría que siempre
ha expresado su amor.
A todo lo que en el mundo existe.
Pero el alma que siente auténtico amor,
se expresa de una manera distinta.
No sé explícitamente cómo comentártelo.
Siempre en el alma existe un algo
o un alguien que la hace más feliz
o más desdichada.
A veces el alma se siente acompañada,
esperanzada, por un sentir,
por una verdad. Una verdad verdadera.
Mi alma no miente. Mi alma siente, y expresa.
Pero a veces debe mantenerse en silencio,
debe amar, y callar.
Está unida a su hermano, el corazón.
Pasa que a veces no se puede gritar
ni tampoco pregonar sentimientos.
Sentimientos prohibidos.
Porque ella siente un amor,
el cual, ella, la mujer por la cual
vive, no se puede nombrar.
Por no comprometerte,
porque tu alma no siente hacia mí,
lo que mi alma siente por ti.
Eres mujer prohibida,
eres una dama comprometida.
Y por ello yo sentía que mi alma estaba herida.
Estaba... en tiempo pasado...
ahora hablo en tiempo presente.
Mi presente es el que más de una vez
te dije, pero no estaba muy seguro
que tú pudieras llegar a comprender
todo este inmenso sentimiento
que sentía... y que ahora siento más que nunca.
Tienes que saberlo. Tengo que volver a reiterártelo.
Porque haciéndolo, mi alma siente un descargo.
El descargo de decirte que te amo
mucho más que antes.
Y que ya no me importa la indiferencia
que tú tienes hacia mí,
porque eres mujer casada,
y eres fiel a quien te ama
y hasta el altar te llevó.
No quería aceptar esta situación,
reconociendo mi egoísmo y mi ignorancia.
El no querer aceptar una realidad,
vida y sentimientos.
Tú sientes hacia mí, lo que sientes,
amistad, la cual es maravillosa.
Pero el interior de mi alma siente
mucho más que eso...
y acepto de todo corazón
tu sentir y tu fidelidad.
Así debe ser.
Sólo quiero decirte, que ante esta locura mía,
soy responsable de tu tranquilidad.
Tenla. Te la otorgo, porque nadie soy
para perturbar tu vida.
Es tan grande mi amor,
que todo lo acepto;
si no fuese así sería un canalla.
Y no me considero como tal.
Soy un caballero que te ama,
simplemente te reitero
que te amo tanto más
que a mi propia vida.
Mi alma y mi vida, sabiendo tú
que éste , mi amor, es como es,
como lo siento, soy feliz,
aunque mía no puedas llegar a ser.
¿sabes? Soy feliz porque te amo, soy feliz porque tú eres feliz
junto a tu amor.
Sabiéndote feliz, también lo soy yo,
aunque a veces mi alma, de vez en cuando,
herida quede por tu ausencia.
Se y vive feliz, te lo mereces.
Mi alma vive y siente,
y así, soy feliz.
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 09/06/2013)