Un rayito de sol tempranero
me invitó a viajar con él ,
me decía en el camino ,
deseo que seas partícipe de
esta felicidad que vivo diariamente
y así descendimos en un hermoso jardín ,
las rosas y todas las plantas allí reunidas ,
parecía llorar , observé que de los pétalos
de las flores se deslizaban unas gotitas ,
así lo hacían las hojas y los frutos de los árboles ,
el rayito decía con una voz cariñosa , no lloran ,
sólo dicen gracias con emoción por el
cálido amor de mi padre el sol ,
que les otorga la vida ,
yo seguía en silencio la ruta ,
cuando escuché un coro de agradecimiento
cuando las flores del jardín y de los árboles
se abrían , unas para entregar su aroma ,
y otras para darle paso al pequeñin fruto
que pronto estaría grande para ser el
deleite de todos los seres que se acercaran a comerlo ,
mi corazón estaba feliz ,
las palabras estaban detenidas
por ese sentimiento amoroso
con que sabe comunicarse la Divina Naturaleza ,
unas sencillas palabras pude decir ,
gracias Amado Padre Creador por darme
la oportunidad de observar
tu bello trabajo que no tiene fin .