Lleva años de camino y es tan duro y tan mezquino
Este mundo, el enemigo
Con la voz que replicaba a su oído
“En vano es que hayas venido”
Los zapatos desgastados ya cansados se han sentido
¿Y cómo culparlos?
Si es tan cruel y destructiva
La ruta de este incansable peregrino.
Muchas veces miro atrás
Solo y triste en medio de la nada
Sola su alma y los recuerdos
En medio de este bullicioso y hablador silencio.
Porque duele mucho más la soledad
Cuando se la vive en compañía
De la multitud de gentes
Agobiadas en sus apatías.
Peregrinos incansables del destino
Arrastrándose a fin de no perder el camino
Por almas duras, plagadas de rencores
Voces, luces y etéreos resplandores.
Josué Posadas