(nostalgia)
¡Cuánto tiempo sin hablar conmigo!
Como si tras mi partida
se hubiera cerrado la puerta con un postigo
y todo hubiera parecido una despedida
para no seguir hablando contigo.
Habían pasado muchos días
sin recibir noticias, ni tuya ni mías,
y el pasar lento del tiempo
parecía desdibujar, lentamente, esas sonrisas
cómplices, dibujadas sin prisas.
Nuestro entrañable tren me trajo de vuelta
a esa estación de nuestro primer encuentro
y un intenso sentimiento me cruzó por dentro
haciendo vibrar de nuevo mi alma.
Ahora te escribo estas líneas hechas poesía
en ese viejo escritorio de mi habitación
tras los cristales empañados por la lluvia
que parecen llorar, silenciosamente, de emoción.
No son esos versos escritos por un soldado desde el frente,
ni esas palabras vacías del disimulo.
Son más bien como juegos de ese niño inocente
que con una flor en la mano, se te acerca ingenuo…
Son emociones hechas palabras
de ese compañero de viaje
que un día, en un tren a vapor,
iba sentado junto a ti, ligero de equipaje.
Besos te envío, amiga del alma,
mientras escucho “por ti seré” del grupo Il Divo
que desde la nostalgia más profunda
inunda mi alma de una pausada calma.
Besos
Miradas
Silencios…
“que si tú no estás,
mi corazón se apaga”.