Es el canario un cantor
mientras hace la labranza
y su canto la esperanza
que acompaña al labrador.
Cuando sale de pastor
sus cantos son la alegría,
del trajín de cada día,
hacen que balen sus cabras,
balidos que son palabras,
de una hermosa melodía.
Si el canario va de fiesta,
y se mete en la parranda,
entonces si, se desmanda
y esa noche no se acuesta.
El cantar es una apuesta,
que lleva en el corazón
para sacar la emoción
que le embarga cada día.
Con tientos de una Folía,
te brindará su canción.
El timplillo, la guitarra,
la bandurria, una laúd.
Amigos sin acritud
que tengan ganas de farra.
Carne frita, butifarra
y vino tinto del norte.
Llevaremos la consorte,
si se forma la parranda,
por si peligra la banda,
que nos regrese en transporte.
Los Arrorrós de su cuna.
Para amar unas Folías.
Las Isas como alegrías.
Y en la muerte inoportuna,
de las Malagueñas, una,
que lo acompañe en su viaje.
Ese será el equipaje
que un canario necesita,
para partir de visita
al que no cobra pasaje.
Mel