Te llame en la hora del silencio nocturno
donde la oscuridad invadía tus oídos con
el calor de otro hogar.
Me buscaste en el ayer donde solo
encontraste lo bello de lo que no pudo
ser y lo triste de lo que fue nuestro querer.
Te espere en la hora del transeúnte
y el tiempo se desvanecían en el reloj
que tu tiempo planeo dejándome solo
la inquietud del esperar inquieto de un
amor que no llegara.
Hoy nos encontramos, sin tiempo ni espacio
Pero el amargo cáliz de los sin sabores del ayer
Y del hoy nos dieron una luna opaca y sin faces
,un sol sin esplendor y unas estrellas sin iluminación
dejándonos solo el recuerdo de la última entrega
donde nuestro capitulo finalizó con un simple y
definitivo, hola y el adiós.
© Alexandra Farías. Todos los derechos reservados