Ayer pregunté de dónde proviene
la última calma, bajo el árbol
de dónde provienen los pasos,
los que di en la calle de los cipreses
donde la belleza celebra al invierno
la helada castiga, y mis pasos siguen allí
Dé donde extraigo los próximos días
en los que mi piel testimonia el surco
de los tiempos muy otros, de los actuales
del azar, del sino, del amanecer violento
triste ciudad que escapa, triste ciudad que mata
Pero mis cipreses hoy mueren de pie
en paz con mis fracasos, con mis pasos
con los caminos de un eterno retorno
bajo la luna de otro país, de otra vida
lloro porque el sol ya no calienta mis pies
Me dicen que estas son patrañas
que las estrellas son estrellas
no provienen de los hermosos ojos de ella
ni bailan con la luna, ni iluminan el camino
me dicen que la ciudad basta, para todo, para nada
Terco, irreverente, pregunto de dónde proviene
la ilusión del día por venir, el cuerpo húmedo
una ráfaga y una ventana, mis cipreses herrumbrados
su pie helado sobre mi pie incauto, su estrategia
me desdigo trepando un árbol infinito
tocan mis manos la estrella que descubrí de niño
y guardo para mí y para mis próximos días
de dónde proviene la calma, los pasos, la ciudad….