Cuando te encontrabas cerca y mis problemas me nublaban
Tu presencia resplandecía y tu persona me alumbraba
Y mi camino aclarabas y las soluciones veía
Tu florescencia encendía la ruta donde yo pasaba.
Que increíble el apoyo que en ti yo experimentaba
Lo difícil se disolvía y las soluciones manaban
No porque solucionaras, ni por atestarte a ti el peso
Era por tu presencia como el más dulce de los besos.
Contigo las alegrías de por sí se duplicaban
Y las angustias y problemas mas bien se reducían
El amigo no recrimina ni aconseja solo calla
Y vela por su amistad respetando los espacios.
Si sabias todo de mi y a pesar de eso me tenias.
Cuando todo perdía sentido y siempre me dabas un “Te quiero”
Mi fortuna fue tu amistad y todavía a mi me tienes.
Disfrutaba caminar contigo desde la tierra hasta el cielo.
Los golpes y mis almanaques me enseñado un camino,
que transitarlo contigo hubiera sido increíble,
que no hay riqueza tan segura que tener un buen amigo
quien blindara mis destinos y compartiera mis alegrías.
Y si te hablara de amor, la amistad es justamente eso
No surge de un sentimiento de egoísmo o aprovechamiento
Sale de lo más adentro, del alma, del sentimiento
Todo esto me lo enseñaste, sin proponértelo y lo acepto.
¡Gracias!