Amor.
Al nombrarte, sacude levemente
sus tibias alas de ángel cada estrella,
y un torrente de vocablos se atropella
al borde de mis labios y en mi mente.
Como un sorbo de miel, suave, exquisito,
lo acuno, lo mimo, lo repito,
viéndome más mujer, y tu más hombre
mirando con misterio el infinito.
Misterios que revelan en los labios
los besos que de sueños nos forjamos
sedientos de miles de palabras
que mudas se las ha llevado el viento.
Tus manos tan suaves recorrieron
toda la piel que estaba adormecida
nacieron mariposas de colores hacia ti
hacia tu cuerpo que cada día me asombra
sintiéndome por ti tan consentida.
Monosilábicos nacen de mi boca por que
solo por ti yo hoy suspiro, me entrego
me lleno y regocijo sabiéndote tan mio
tan perfecto, mi amado... solo por tu amor
se estremece el cielo entero y por ti ruego.
Teresa.