Por el entrecerrado parpado
de la somnolienta ventana
se filtra la mañana
con un beso callado
En cantinas poetas
abigarran de amor
mesas y servilletas
con fuego y candor
En los sucios portales
el hambre campea
el frio arremete
compadre con la muerte
arrastrando iguales
mendigos y poetas
Acá en este rincón
una pluma temblorosa
arremete furiosa
con la sinrazón
La virgen cuartilla
se retuerce en el lecho
avariciosa de una fálica pluma
que le preñe de un poema
El impotente verso
en la mano claudica
fuego liquido
que se soñó dilema