De buena tinta
has de saberlo, era un viernes caluroso,
simulo dormir cerrando los ojos
abrazado a tus encantos.
Con mis labios rozo
las corolas de tus senos, mancillándolas
con la humedad de mis boca.
Quedando mi razón
a merced de sus embrujos.
Cual reptil,
resbalo desde tu sonrisa hasta tus pies
buscando la joya divina,
que con pundonor resguardas
con respiros profundos,
la encuentro.
bambam