Atraviesas, huracán, mi Pacífico océano...
Los te amo que en cardúmenes se daban
hoy son penosos silencios.
Aquel llanto que guardaba como ola moja mi playa
y las nubes de tormenta al sol han dejado ciego...
No hay ocres anocheceres que pinten la cima de la montaña,
ni gaviotas en vuelo que adornen el infinito cielo.