Dar a conocer el alma es dejar ver los sentimientos más mundanos y puros que existen, es ver deslizarse las cortinas de la soberbia y empujar a la humildad a exponerse a los riesgos humanos por los que puede correr.
Racionalizar lo que se siente es adornar con palabras lo que el corazón no sabe expresar y que teme dejarse ver palpitar por los sentimientos.
Desnudar el alma es ponerle colores al arco iris, es darle vida a las flores de primavera, pero es exponerse a la destrucción del viento, de los actos inhumanos que pueden destruir las ilusiones de renacer todos los días.
Racionalizar lo que se siente es delimitar la grandeza que toda experiencia te puede llevar al punto mas culminante de tu existir, truncando la creatividad de los sueños carentes de utopías.
Desnudar el alma es quitar los candados del cuerpo que enjaula la esencia y que la deja navegar por las delicias que las hieles de la vida te regala.
Racionalizar el alma es el escudo más poderoso para no dejar ver los anhelos, los miedos, las frustraciones y eso que se teme aceptarse como un ser mortal.
Desnudar el alma es plasmar lo que por impulso brota del alma. Racionalizar el alma es la forma mas concreta de la manifestación intelectual, pero también es la forma más poderosa de defender al ser lastimado que esta ahí dentro de la mortalidad.