Solo en el despertar
dejo mis miedo atrás
si abro mi mente al mar
este me sonreirá,
pero como ciego
quedo oyendo su cantar.
Olas verdes que arremeten sin voz
dejando un halo de brumoso crepitar,
se acercó tanto, sin cautela a descansar,
creciendo en sueños no volvería a repetir
de mirarla desde cerca sin amor
como tiznando su llegada a mi ser.