Tu boca llena de virginal risa
dejan escapar sin prisa,
al viento mil cantos de colores.
Y al inspirar el frescor de la tarde
dejas sin aire al jardín de tu portada,
y de en una… en una , desfalleciente, temblando y deshojadas,
caen pétalo a pétalo, las pálidas rosas de tu ventana.
Tu voz como saeta dorada de diosa omnipotente
parte de lado a lado mis oídos,
y ya sordo y enmudecido
grito para mis adentros,
que te he perdido .
Me has prohibido verte,
Desde lejos te miro.
L,m