Fue una noche de tragos,
con una suave tonada…
y una mirada de amor…
en un descuido
aterrador.
Un cadillac destruido,
mientras dos almas asustadas
ven con asombro
lo sucedido.
Una blanca luz
en medio de la oscuridad
llama a los enamorados
a la presencia del Señor.
Juntos a la eternidad…
los amantes… en amor…
separan el camino:
uno que se va…
otra que regresa.
“No me dejes”,
clama con dolor…
“Toma mi mano”,
suplica con amor.
Uno que se va…
infeliz a la eternidad,
Otra que se queda…
en solitaria sensación.
Vidas separadas
en una noche
de terror…
amores divididos
por beber sin temor.