redondillas
Ya mis ojos tienen ciega la calma mi mente no tiene más ilusión Será acaso que olvidé la oración Será casualidad que llora mi alma. El corazón ya no siente el dolor los pies no dejan marca en el camino, Será acaso por consumo de vino, Será acaso que lo duerme el licor. Ni pienso ni creo en la mala suerte Ni creo haber truncado ese camino Será acaso que lo cambié por vino Será acaso que presiento la muerte. No creo, dejar de ser caballero por no poder trazar un pareado Pues estando en casa estoy lapidado Solamente por no ganar dinero. Yo no creo en el desprecio ¡ni modo! No creo sea discreto el desdén, Es triste, pero más que se lo den, me retiro, pues cuando amo, doy todo. Me da miedo dormitar, pues te sueño como te alejas, que eres mi imposible, como tu mirada es fría insensible Y al despertar no sentirme tu dueño. Por mis acciones yo soy prisionero, pues me conceptúas cruel y mezquino, Eres mi amor, mi dolor, mi camino,
Pero al morir, quiero ser, yo el primero. Si con el tiempo el amor fue enterrado Y lo maté atizando tu amargura daría mi vida, si eso algo cura O un beso, si del fuego algo ha quedado. ?Crees que soy inepto y sin memoria? Recuerda, fui rey antes que vasallo Antes fui león –pero mejor callo- derrotado, vivo de mi victoria. caí desarmado me instruí a no pelear, darte razón, a formar la historia, de corazón; y decirte en versos, que te he amado. RafaelMéridaCruz.Lascano