Hay instantes eternos que por nosotros esperan,
sueños tangibles que por nosotros sobreviven,
minutos deseosos que a nuestro favor cooperan,
poemas lujuriosos que desde ya se escriben.
Hay hechos muy hermosos que están por pasar,
lugares especiales que nos reservan su espacio,
segundos de mucha pasión ansiosos por llegar
y el tiempo como cómplice, pasando despacio.
Palabras de verdadero amor que esperan turno
para ser dichas ya no a distancia, en directo,
qué importa si el ambiente es diurno o nocturno,
total para vernos, sabemos que será perfecto.
Hay unas canciones que por nosotros aguardan
para traer de lleno, a todo dar a nuestra memoria
páginas de amor que no demoran, que no tardan
en embellecer con tantas letras nuestra historia.
Abrazos fuertes que por nosotros de verdad existen
entre dos cuerpos siempre muy bien combinados,
unos besos queriendo salir y que ahora se resisten
a un minuto, un solo segundo más sin ser dados.
Nos dice el viento que llega en todos sus soplidos
que por nosotros muy feliz con amor ha soplado,
pues no hablamos de dolores, tampoco de olvidos
ni de resentimientos con una causa en el pasado.
Hay en el destino en una parte, a una hora una cita
que Dios acepta sin problemas que debe cumplirse
y una historia de amor que se nos volvió infinita
que por nosotros con su permiso ha de escribirse.