Trinan los cielos,
horizonte grisáceo,
iluminan los truenos,
remolinos de viento,
ruge fuerte el mar,
se asustan las nubes,
y las gotas resbalan,
en mi ventanal.
Escurren una a una,
al precipicio dan,
la tierra acarician,
y colman su sed,
en respuesta mágica,
del fango vida veo brotar.
Fuera de mi ventanal,
pacientemente esperan,
los amantes del agua,
la madre naturaleza,
los ha de recompensar.
Y es así como,
contemplo que gota por gota,
desciende la lluvia,
por mi ventanal.
AUTOR: Yolis de Quirox