αλλά η γυναίκα είναι η δόξα του ανθρώπου.
1 Corintios 11:7
Porque estoy cansado de perder,
he decidido invadir tu cuerpo,
jugar a sorprenderte hoy,
hacer como las hormigas con la miel.
Tomar por asalto los rincones de tu piel.
Allanar los secretos de tu propiedad privada.
Me rebelo ante la dictadura de la libertad,
y declaro un nuevo gobierno,
acepto su sonrisa como reino,
someterme a las leyes que me imponga
tu boca.
Visitada la angustia este reino de silencio,
la invasión fue conjurada,
sólo una palabra cerró tu frontera.
No.
No habrá otra vez.