Con una fugaz mirada me arrebataste mi vida,
que ahora no mas es tuya,
es para ti.
¿Cómo es eso? Te preguntaras,
un poco sorprendida, quizás.
Pues es simple,
mi vida sin ti no existe.
¿Cómo puede arder el fuego sin oxígeno?
Se apagaría sin él.
Tu eres ese oxigeno que da vida a mis llamas,
a ese fuego eterno que sueña con estar contigo para siempre
y siempre
y por siempre.