En un campo de azucenas
yo quiero quererte amor
y embriagados de su olor
olvidarnos de las penas.
Sentir que las flores bellas,
se estremecen de rubor
al ver cubierto de amor
alguien lindo como ellas.
Lograr como el colibrí
al libar tu dulce néctar,
el polen dejar en ti
en tu corola perfecta.
Tú me darás fuerza a mí
yo esparciré tu belleza,
pues poblando tú el jardín
nunca más habrá tristeza.
Tan débil como el colibrí,
cuando se extingue su flor.
jamás podré vivir sin ti,
sin tu néctar, sin tu amor.
Dependo de tu ambrosía.
Hazme, Bella este favor:
¡El florecer cada día!
Mel