Dos Mundos
Es la dulzura de tu Mirada,
la que me inspira la vida,
es la quietud del mar,
que ofrece mi alma perdida.
Los tonos apacibles del amanecer,
en un cielo apacible y noble,
de tu entorno y enriquecer,
sentimientos blancos y profundos.
Es la lluvia que realza mis instintos,
en la búsqueda infinita de mi amor eterno,
son las gotas que me llevan,
al destino irresistible de tu encuentro.
Húmedo mi cuerpo, vibra el recuerdo,
de dimensiones no olvidadas y sentidas,
vivencias en mi piel dibujadas,
mostrando la vereda, a tu propio camino.
Es la sensación a la cercanía de tus ojos,
al calor tierno de tu abrazo,
el traspaso del aura casi invisible,
de tu mundo, tan cercano al mío.
Mery Larrinua