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DORADA GAVIOTA

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Recuerdo la mañana en la que te conocí,

caminaba despacio por la arena de la playa,

mis pies mojados por el agua,

las olas azotaban las mejillas de la costa,

la mar tenía hambre y resaca,

pinceladas de tinta azul en las nubes negras,

y el viento llevaba en su gabardina gris

rayos que pegaban la verde hierva.

 

Pequeños eran mis pasos,

con caminar medroso,

desconfiando de la mano desconocida,

entre dunas mi barquito se perdía,

luchando contra la tempestad de la arena,

para no ahogarse en la mar.

Allí perdido, entre la tormenta,

allí te encontré, triste y sola.

 

Frío era el suelo donde dormías,

profundo agujero en tus entrañas,

las heridas del lobo fiero,

te rompieron los huesos del alma.

Quietecita sin poder volar,

tu ilusión una estatua de sal,

tus plumas movidas por el viento

esperando la hora de la dama blanca.

 

Mi corazón se rompió,

como un torrente,

se desbocaban las lágrimas por mi cara.

¿Cómo puede haber alguien tan malo?

¿Cómo puede haber alguien

que rompiera tus doradas alas,

para que nunca más vuelvas a volar?

Dime tesoro, ¡¿dime quien te lo hizo?!

 

Mi sombrero de marinerito

al suelo cayó,

para recogerte, ¡gaviota blanca!

Con besos y cariño tus plumas brillaron

y el frío que helaba tu sangre,

pronto volvió a correr,

¡ anda, camina, fluye!

¡Vuelve a la vida pequeña gaviota¡¡¡

 

Tus ojos se abrieron,

un nuevo amanecer en tu mirada,

la noche se hizo día,

cesaron las nubes de llorar,

el viento se hizo una suave caricia,

descansó la envidia de la mar

y cálidos fueron ahora sus besos.

¡Por fin ceso la tempestad!

 

Tu blanca sonrisa abrió un arco iris,

peinado por las estrellas del mar.

Extendí los brazos hacia la libertad,

tus alas se desplegaron

como luz sobre inmensa oscuridad.

Ay mi pequeña amiga,

¡vuela con tus nuevas alas!

¡vuela alto! como vuelan el águila y el gavilán.

 

Mientras se alejaba

sonó la canción de la mar,

dulce melodía de gaviota,

y la vida arrancó de nuevo,

porque nunca dejó de girar.

¡Míralo amiga, míralo!

Mira como todo vuelve a latir,

como vuela tu libertad.