nelida anderson parini

PRECEPTO DIVINO

Bien sabe Dios he luchado

contra este amor insistente,

mas su poder evidente

contener no lo he logrado.

 

Bien sabe cuánto me opuse

cómo me mostré renuente,

en busca de inconveniente

los mil pretextos dispuse.

 

Sabe que no pensé amarte

con amor tan compelido,

que negándose al olvido

dulce llamado comparte.

 

Y es que este quererte  ha sido

como ruta sin salida,

que a avanzar me convida

en trecho desconocido.

 

No creo sea el destino

fuerza que me azora el alma,

despojándome de calma

 y empujando al desatino.

 

Es que me faltan las fuerzas

para contener  un sueño

y renuente estoy de empeño

que entre dulzores refuerzas.

 

Porque tú y yo somos uno

aunque me empeñe en negarlo,

en vano quise ocultarlo

desde argumento importuno.

 

Remisa fui a aceptarlo

sembrando amor entre abrojos,

poniendo en mi alma cerrojos

con tal de incapacitarlo.

 

Por mas que quise ignorarte

valiéndome de la ausencia,

llamada hacia tu presencia

imposible era dejarte.

 

Y siendo la fuerza escasa

y la voluntad endeble,

es éste amor indeleble

un sentir que me rebasa.

 

Teniendo a Dios por testigo

siendo en prejuicios ayuna,

doy gracias a la fortuna

por tierno amor que bendigo.

 

Amor bendecido y puro

 manado como naciente,

con libertad transparente

fluye fresco y sin apuro.

 

Cual agua del sentimiento

te escurres en mis sentidos,

guiándome en recorridos

de eterno agradecimiento.

 

Bien sabe Dios que agradezco

tú presencia aquí en mi vida,

pues sabiéndome querida

en tus favores yo crezco.

 

Sé que amarte me merezco

ya que es mandato divino,

por  razón que no domino

no hay duda te pertenezco.