Una noche
soñé que soñaba
que estabas a mi lado.
Como ayer
en aquel taxi de madrugada
donde borracho de ti
te juré amor eterno…
Me rescataste del infierno.
Me llevaste al cielo.
Me dejaste caer, (…).
Me hiciste daño.
Me curé de las heridas…
No maldigo haberte conocido.
Fuiste mi abrigo, mi soplo de viento,
el aliento que me dio aliento
para seguir…
Bendita seas,
donde estés…
MIGUEL PACAND
Con todo mi, (sano), cariño dedica a S.