Nuestro amor vive en silencio
pues no sería comprendido,
le llamarían pecaminoso,
pecaminoso y maligno,
le achacarían la destrucción
de algo, hace tiempo destruido.
Como tachar de maligno
a algo que siembra esperanza,
o decir pecaminoso
a lo que con el maltrato acaba,
encendiendo un corazón
que casi no palpitaba.
Da vida y mucha alegría,
hace hasta vibrar el alma,
prende una bella sonrisa
donde una mueca se hallaba,
canta, baila y dice versos
de la noche a la mañana.
Me dicen que desista de él,
que no merece la pena,
sería como vender mi alma
y mi alma no está en venta,
yo no lo cambio por nada
porque me enciende las venas.
Es verdad, está condenado
y permanece en silencio,
tanto que se está apagando
como una vela en el viento.
No te preocupes mi amor,
YO, ¡YO TE SEGUIRÉ QUERIENDO!!
Isidro Claver Tirado (copyright)