Peregrina

SONETO

 

Al garete va una barca

navegando el ancho mar,

sin ansia y sin enojo,

sin odiar y sin amar.

 

Por sotavento a la distancia

llega un ave pasajera,

curiosa, en ella se posa,

sin timonel rumbo no lleva.

 

Frágil barca a la deriva

donde una alma fué que un día

sanó por fin su herida.

 

Sumergiéndose en su paz,

sumergiéndose por siempre

en el océano de la vida.