Caminando por el lado oscuro de tu mirada,
agitado por el resoplido de los ecos de tu voz dormida,
me doy cuenta que en cada rincón de ti,
hasta en el más profundo e imperceptible instante de tu existir,
se esconde ese bálsamo que cura mis aflicciones,
esa cura contra el mal que habita en mi,
la vacuna contra la infección de mala vida
que se impregna cual parásito a mi,
eres pincel que da color a mi caminar en blanco y negro,
eres guitarra en la melodía torcida que armoniza mi respirar,
eres voz musitando versos de amor en mi oído,
eres sentimiento, pluma, tintero, verso,
eres el inocuo estallido de la pasión,
eres alimento que nutre las esperanzas de mi flaco corazón,
eres locura, ternura, cordura y razón...