Si te esperas tres segundos más,
no hará falta que nadie te consuele,
no hará falta que el tiempo vuele,
ni dolor donde te duele.
No hará falta que te eleves en alaridos soeces,
ni que los demonios que te lleven.
Si esperas dos segundos más
no faltará el silencio y con una palabra crearás mil versos.
En un segundo tu paz en una lágrima.
tu espina en el alma,
tu llaga en el aire,
tu muerte y tu sangre.