Anoche....¡llovía!
el cielo derramaba su llanto
que como perlas acuosas,
le daban música
a mi meláncolica velada...
Mi alma, ajustando sus arrugas,
silbaba en secreto...
¡nuestra melodía!...
.......¡y seguía lloviendo!.
como queriendo inundar todo.,
¡como me gustaría
que aún de noche
cuando en sentimentales explosiones,
adormecemos...
el sol brillara resplandeciente,
que las nocturnas sombras,
desaparecieran fugazmente,
y se llenaran de luz
nuestras ilusiones...
Escudo...-tontamente,-
la luminosidad de nuestras
almas,
puras y limpias,
en la negrura de lo impío,
e impreco falazmente,
lo bello de la lluvia,
que ameniza armoniosamente...
¡nuestra amorosa entrega!.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN MEXICO, Jun. 15/13