Amor, lamento tanto que lo nuestro termine el día de hoy…
Pero justo en este momento la pesada carga que llevo sobre mi ya no me deja dar ni un paso más.
Amor, me duele que nuestros caminos se separen y que este cuento termine sin más, cuando empezamos el “había una vez”… jamás pensamos en un final
Nos prometimos amarnos por siempre, y sellamos nuestra promesa con un beso que traspasaría cualquier adversidad mundana…
Amor, nuestra promesa no fue suficiente, y hoy se desboronan ante nuestros ojos los sueños de dos amores que creían ser muy fuertes…
Llega a mi vida este sentimiento de fracaso absoluto, de que falle y fallaste, inevitable, aun sabiendo lo mucho que me amaste.
Hoy te digo adiós y me libero de fantasías inanimadas, de tus caricias tan vacías y de mundos mágicos donde en realidad nunca hubo nada…
Se hacen humo las palabras, se borran las miradas, se marchitan los recuerdos y llego el momento en que no me queda nada…
Pero no me atormenta la nada, de hecho, me hace sentir más ligero, sin temor, sin agonía, sin dolor… de nuestro amor, ya nada.