Al ro, ro,
duérmete mi amor
al ro, ro,
duérmete mi corazón,
duémete mi niño del alma,
duérmete mi lucero,
no llores mi bien.
Al ro, ro,
no respires mi niño
que no te descubran los extranjeros.
¡Tres soldaditos de mi nido han raptado!
haciendo de ellos por siempre
unos desdichados.
Al ro, ro,
duémete para siempre vida mía,
que tú, no has de ser soldado.
Al ro,ro,
mis fuerzas son pocas
y a mis niños no les he salvado
de las garras de los duros comandos.
Al ro, ro,
en mi regazo te acojo,
mis negros brazos te sostienen
pero ante los temibles caudillos
mis fuerzas se extinguieron.
Al ro, ro,
duermete para siempre
entes mis negros y débiles brazos,
que antes prefiero perderte inocente
que saberte niño soldado.
Autora: Escapitina
Luisa
11- 12 2005