Es mi voz la que acaricia
tus vibraciones del alma
y en tu piel se escenifican
lo que callan las palabras,
que ante ti son como inválidas
y entre tus brazos se agarran.
Voz de hombre, voz de trueno
la que hoy llega hasta ti,
solo por verte feliz,
recreándote en tu sueño.
Y mi voz se vuelve dulce
y cargada de ternura
y es que ser tu hombre produce
en mi ser tanta dulzura…
que hasta la voz reproduce
el canto de tu hermosura.
Toma mi voz y haz con ella
mil espejos de palabras,
y verás que son estrellas
en el cielo de tu alma.
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