Abrió los ojos...y descubriola un día,
sentada...al borde de la cama,
ojos candentes...como una flama,
labios como una mueca, pues sonreía.
Extiende los brazos para abrazarla,
cuerpo tembloroso...fiebre alta,
aturdido y cansado...algo le falta,
busca sus manos, para besarla.
Difusa imagen...ve el horizonte,
va hacia la puerta...como invitando,
lentamente, paso a paso va caminando.
Se recuesta de nuevo...adolorido,
busca a su amiga que en pié lo espera,
cierra los ojos y para siempre, queda dormido.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN., MEXICO, jun.16/13