Las nubes esconden raíces de piedras
mordiendo huesos en vidas de agua.
La serenidad viene comprimida
en somníferos de ahogos.
Los ojos a partirse
mis pies dividiendo
lo indivisible del ser.
Estos brazos sauceados,
eléctricos, eclécticos.
El infinito muy preciso.
Milagro… El agua en mi boca.