Liel

A solas con mi alma II

 

 

 

Con mi alma desnuda.

 

 

Una vez más… tú y yo… solas. 

Hoy tu desnudez amada alma 

aflora en estos nostálgicos versos, 

en esta soledad angustiosa y temerosa 

que va dejando sin astros el universo. 

 

No temas, quítate alma el vestido 

y vaga desnuda mecida por el viento, 

brama errante sobre las aguas 

y llora tu acongojado tormento. 

 

Hasta ayer, te perfumaste entre rosas, 

cantaste y bailaste entre los helechos, 

hoy sollozas mutilada, sin contento 

vagas con tu sentir deshecho. 

 

Te habita alma en este momento, 

el frío del otoño con sus vientos, 

la lluvia de la noche que hiere 

porque para ti, es igual… otoño o invierno. 

 

Tantos suspiros lanzas… tan lejos, 

como yo voy escribiendo mil versos, 

donde voy dejando plasmadas tristezas 

que me han adormecido mis besos. 

 

Alma mía! Tú y yo… a solas, 

llorando por el mismo tormento. 

 

Todo parece ser malicia… 

Si tan solo una palabra, una mirada, 

apartara de ti y de mí, el lamento. 

Si llegará él… oh, si llegará él! 

Volvería a ti y a mí, el contento. 

 

Como anhelo… Qué egoísta! 

Cómo anhelamos tú y yo las caricias, 

un beso dulce, un minúsculo susurro, 

un “te amo”… un abrazo apasionado, 

¿No te parece una injusticia? 

Anhelar de esta manera

sabiendo que no habrá, ni siquiera una  noticia?

 

Mí mirada… tu mirada, 

Mi sentir afligido… tu sentir, 

Mi desconsuelo… tu dolor… 

Por nuestros ojos empañados, 

en lágrimas se desliza. 

 

Y aquí… las dos yacemos vagabundas, 

solitarias, cabizbajas y sin prisas… 

bebiéndonos nuestro dolor… 

desbordando lágrimas, en esta espera… 

en esta espera tan sumisa. 

 

Ven alma… que la noche nos cobija, 

Tal vez quede en el cielo una estrella 

que se descuelgue por la cornisa 

y nos de la luz… la esperanza, 

de una nueva y dulce caricia. 

 

 

Liel