Un rayito de sol de una mirada,
En medio de la arena buscare
Bajo su lecho, era yo ruborizada,
Del placer me vio ella rebosante.
El azul tan perfecto, tan evidente,
Pampas de la noche azul mágica,
Sus ojos tan dulces como ninguna
Soles de maravilla me bañaba.
Cuan en sedas de cálida luna
En mescla de su alma con la mía
Hizo profunda sobre la arena.
Hasta que el sol de buena suerte,
Llego destapando, el alma desnuda,
Cual Adán y Eva, sobre la fuente.