Delicado contemplar y placido meditar
Tu belleza majestad;
Arrastra la mirada en el lento espabilar
Ojos iluminadores de tierna conquista
La efigie de tu rostro luminoso;
Delineó los espejos de mis parpados.
Tus labios mojados del contorno rosado
Reviste la dulzura envuelta en tus palabras
Alborozas mis papilas:
¡Cuán antojo de rosarlos por segundos!
Tus cabelleras relucen
Empapadas con el roció de la mañana
Prolongas el brillo de las auroras,
Los vientos te acarician
Y en tu cabeza el vaivén de tu pelo
Envuelve al oxigeno en suaves perfumes.
Tu piel suave y delineada
Broncea con el cálido abrazar del sol
Se parte mi alma en mil fragmentos
Al pensar que mi suerte descanse en tus manos
Y tu futuro repose en brazos ajenos.
Fallecen mis pasos en tu espera agitada
Tu sombra opaca en la confusión
Y mis pasos errantes
Como fugitivos de tu decisión,
Que tus caricias se llenen de recuerdos,
Que tus labios deseen consumar la ansiedad de mis roses
Y tu boca sea el clavel de mis ojos
Que aprieto en los pasos de mi espera.