enrique7376

Ruptura

Un horizonte

Una flor envenenada

Un cayado, clavado, yerto,

encima de la pureza

de aguas drenada

del desierto

 

En medio,

de ninguna parte, yace un hombre

petrificado...

cayado, flor y hombre

camino, esperanza y vida

muerta en vida

pero viva, renacida

 

espera su turno

y engaña, mientras así duerme

al destino,

porque el mismo eligió descansar

tumbado, solo y tranquilo

contemplando el horizonte

horadando su camino

palpitando al compás

de las estrellas,

del rocío envenenado

 

así ha elegido

su por qué, su cuándo, su sino

su muerte dulce, y una vida

que quizás

comenzando ha sido