Bernardo Bosquez Minjares

Mi vida antes de morir.


A simple vista pareciese que no hay mas que la vela sobre la mesa, iluminando la gran  e inmensa oscuridad, a simple vista pareciese no existir el latido de mi corazón que yace tan débil en estos momentos, lo primero que viene a mi es la persona mas dulce de este mundo la que siempre estuvo a mi lado y cuido de mi, esa que con su amor me hizo el hombre que soy ahora, mi madre a la que nunca dejare de respetar y amar, lo segundo en mi mente es la cálida imagen de ese hombre que se preocupo tanto por ser mi mejor amigo como por ser mi ejemplo a seguir, ese hombre que no le importo pasar noches de desvelo todo para que yo tuviese ese par de zapatillas para el colegio, ese hombre que aunque duro en sus palabras siempre me demostró cariño amor y comprensión, mi padre que hoy ya no yace con migo por causas que no puedo explicar pero es natural que en la vida todo termine a su tiempo,

¡Ah mis viejos, como los extraño!

 Pronto los volveré a ver, muy pronto estaré de nuevo con ustedes.
Se cierra una puerta en mi mente, pasan los días rápidamente y mi vida se dibuja en mis recuerdos, tanto que quisiera revivir el momento, mas temo quedarme en el envuelto, pasan los años tan rápidos como los segundos. Lo tercero que recuerdo es a mi en el colegio, eran buenos días, días cuando solía detenerme a admirar el paisaje, días en que solía juguetear sin importarme el tiempo.

 ¡Ah como era feliz en aquellos recuerdos!

 Se cierne sobre mí la ternura de la infancia haciendo pausas en mi niñez, mientras en la realidad una lágrima resbala sobre mi mejilla arrugada y vieja, mis labios están secos apenas si me sale la voz y vuelvo a viajar en mis recuerdos.
Lo siguiente es un poco mas adelante mi adolescencia, mis padres se preocupan aun más por mí, pues están preocupados de los caminos que tomare, mas en ellos no concibe que yo he de escoger los caminos del bien pues así ellos me inculcaron.
Adolescencia días en que me encantaba el relajo y el pasar el tiempo con los amigos, aun recuerdo sus rostros sonrientes mientras hablábamos de tonterías cuan felices éramos, ahora apenas si guardo un semblante de refunfuño continuo en mi cara.

La vela parece vacilar con el aire que logra entrar por la ventana pareciese apagarse y con ella toda esperanza de vida en la habitación.
Logro avanzar mas en mis recuerdos, la juventud, ah hermosa en su naturaleza pero en ella se encierran los mas grandes dolores que soporto mi alma
recuerdos de dolor inundan ahora mismo mi pensamiento y mi corazón pareciese no soportar mas, mis ojos lloran incesantes pero es inevitable el dolor causado por una mujer de la que caí perdidamente enamorado en mis años jóvenes, de la cual no hago mención por respeto a los recuerdos, todo lo que me atraía estaba en ella mas cuan tarde fue para mi abrir los ojos, que me toco recibir la peor parte de todo esto. 
La vida siguió pero mis ganas de vividla se quedaron en esos años.
Avanza mas mi vida y con ella los recuerdos son mas recientes
vuelve a mi la felicidad, pereciese que es mi boda, si efectivamente es mi boda;
se encuentran ya los invitados. Y YO, estoy frente al altar esperando tu llegada
todo me pareciese maravilloso es perfecto, entras en la iglesia la luz desborda por los marcos de la entrada estas deslumbrante, yo siento que todo se agita, las piernas me tiemblan, las manos me sudan, te veo y no lo creo es un sueño completamente, estamos al fin los dos juntos mas pareciese ser una ilusión. 
Leo mis botos frente a todos, las lágrimas te corren el maquillaje y me conmueve de tal forma que acompaño en tu llanto.
Al fin somos marido y mujer soy feliz no parece poder estar mejor, todo esta saliendo como lo planeamos. Mis recuerdos avanzan aun mas y en ellos viene la alegría en camino 
estas esperando; mayor regalo no pudo ser enviado a mi, a pesar que aun no esta tu vientre grande no me despego de ti ni una hora. Las 24 horas las paso a lado de mi princesa, pasan los meses, efectivamente, espera una princesa en tu vientre.
No puedo negarme a ninguno de tus deseos Voy a ser padre debe ser el día mas feliz del mundo.
Al fin llega el día del parto, estoy contigo veo de cerca el milagro de la vida sostengo a mi hija en mis brazos es tan linda se parece a su madre saco su belleza de ti.
Y así pasan aun mas los años mi bebe se convierte en una niña grande e independiente, pronto aprende a andar en bicicleta y pareciese que soy su héroe. 
Son los años mas felices de mi vida el ver crecer, a esa pequeña niña que me decía te amo papi todos los días al despertar, ahora apenas si me dice buenos días papa, 
tengo suerte si al día me dirige la palabra, y me pregunto
¿que paso con la niñita dulce de la cual yo era el héroe?,
intento hablar con ella pero solo me desplaza.
-Hija ¿podemos hablar?
-Ash! ¿Que pasa papá, no ves que estoy ocupada? estoy hablando con mi amiga por teléfono.
-Lo siento hija solo quería saber como estabas hoy, si estabas bien, decirte que te quie...
-Ay papa papá papá!!! YA por favor si!!!! Hablamos luego? por favor.


El oír esas palabras me forma un nudo enorme en la garganta y otro en el corazón tanto que quisiera llorar, mas no quisiera hacerlo delante de ti.


Que paso? me veo en el espejo, donde están esas ganas de vivir
ya no soy el sujeto que solía conocer en el espejo
ahora veo la imagen de un hombre anciano acabado a duras penas si se levanta.


Siguen los años, y mi niña pasa de ser niña a ser mujer, pero la desgracia empieza a caer sobre mi familia, Mi mujer cae enferma, y nada se puede hacer, no le dan muchas esperanzas y en vísperas de navidad ya no esta con migo.


Mi hija igual a decidido por marcharse de casa me culpa por lo sucedido
extraño el calor que solo mi esposa solía proporcionar a mi alma en días como estos.
Ahora soy solo un viejo, en una habitación oscura a la luz de una vela, esperando.


El único ruido que reconozco en la habitación es el de mi respiración.
Ya no puedo mas la vela esta por apagarse y con ella mi vida, el corazón ya no quiere seguir latiendo se canso aquel día que perdió todo, se canso el día en que todo cambio.

 De repente veo a mis padres, me siento cómodo en su compañía, la habitación ya no luce tan sola, mi esposa me espera en un rincón de la misma con los brazos abiertos me doy media vuelta y observo 
un hombre mayor que yace descansando a lado de una veladora apagada, y yo, yo me dispongo a partir